Aunque no pareciese posible, mejor aún que Breath of the Wild
El 12 de mayo Nintendo lanzó, finalmente, el esperado The Legend of Zelda Tears of the Kingdom secuela directa del gran GOTY 2017 The Legend of Zelda Breath of the Wild. Luego de jugarlo, te contamos nuestra opinión, pero sin querer espoilear mucho, te vamos diciendo que ya hay GOTY 2023.
Tras los acontecimientos de Breath of the Wild, Zelda y Link exploran un templo en el que descubren que se encuentra un cadáver momificado. El cadáver tomará vida y hará que el castillo de Hyrule se eleve por los cielos. Zelda caerá entre los movimientos del castillo desprendiéndose del suelo, pero cuando Link intenta ir tras ella, será jalado hacia el suelo por un luminoso brazo. Ahora Link tendrá que investigar estas nuevas tierras en el cielo para volver a tierra firme y encontrar a Zelda, sin saber que ahora una aventura mucho más grande le espera.
Estamos ante una secuela que recicla bastante de su antecesora, tenemos el mismo motor gráfico, gran parte del sistema de juego, y sobre todo, un mapa de Hyrule que apenas tiene unos pocos cambios que Breath of the Wild, los mismos cambios que el paso de unos cuantos años en sus vidas podían ameritar. En sí coge demasiado de prestado de Breath of the Wild como para ser un juego superior, sin embargo, lo es.
Los grandes diferenciales en esta oportunidad serán, en primer lugar, la presencia de un mapa del cielo y un mapa del subsuelo, que si bien no son tan grandes como Hyrule, tardaremos muchas horas para descubrir todos los secretos que nos aguardan en ellos. En segundo lugar, tendremos el guantelete que nos dará nuevas habilidades como Ultramano para levantar bloques y pegarlos con otros; combinación, para mezclar tus armas y escudos con otros objetos; Infiltración para subir a una plataforma que se encuentre encima tuyo, traspasando cualquier tipo de materia, con la condición de que no esté a mucha distancia; o retroceso, que permitirá retroceder en el tiempo por unos segundos, el objeto indicado. En tercer y último lugar, los artilugios zonnan y sus baterías, lo que nos permitirá armar una diversa gama de creativos vehículos.
Estos tres agregados, cambian completamente las reglas del juego y hacen sentir Tears of the Kingdom, como una aventura fresca, novedosa, e incluso, mucho más adictiva que su antecesora. Ahora habrá que pensar nuestros puzzles pensando en nuestras nuevas habilidades y mezclándolas entre ellas. Algo que nos costó asimilar en un inicio, porque habilidades como Infiltración y Retroceso, y lo que puedes conseguir realizándolas juntas, es una total volada de cabeza.
Nuevamente estaremos ante un mundo abierto, aunque ahora habrá que pasar un segmento en el mapa del cielo, que servirá como tutorial de las nuevas habilidades, antes de bajar a Hyrule y ser totalmente libres de decidir como enfrentar nuestra aventura. De igual manera tenemos una serie de misiones principales, que nos darán cierta idea de qué camino habrá que seguir. Hasta cuando nos piden ir hacia los 4 templos, no recomendarán un orden a seguir, aunque ya dependerá de nosotros hacer caso o no.
Y aunque vamos a tener marcados nuestros puntos de interés principales en el mapa, tendremos que ver como hacer para llegar, y mejor aún, perderse en el camino en busca de santuarios, que como en la precuela, con 4 orbes luminosos podremos subir un corazón o parte de una barra de resistencia. También cada región tendrá una atalaya, la cual deberemos abrir para ser propulsados por ella y con nuestra tablet, registrar el mapa. Aunque no será tan fácil como simplemente llegar, pues cada uno nos esperará con un pequeño puzzle.
Los santuarios esta vez contarán con una gran variedad de puzzles que podremos resolver con nuestro guantelete, ya sea armando puentes o bases para cruzar hasta otro punto, usando infiltración en puntos estratégicos o mezclando los dos anteriores al de retroceder el tiempo. Y si a eso le sumamos el uso de los artilugios zonnan, tendremos una divertida y adictiva variedad de puzzles en los templos, que terminarán siendo, mucho más satisfactorias al ser completadas.
Uno de los puntos más llamativos del juego es la creación de vehículos mediante varios objetos unidos y un artilugio zonnan. Si bien hay ciertos usos muy creativos e imaginativos que le podemos dar, y que solucionarán nuestra vida en muchas ocasiones, el juego no nos obliga a ponernos tan creativos, y mientras que sepamos armar una balsa o unas cuantas tablas, muchas veces será más que necesario.
Y otra de las cosas más destacables de Tears of the Kingdom, es que como Breath of the Wild, generalmente siempre habrá más de una manera de como hacer las cosas . Por ejemplo, puede que una montaña por sus formas nos sugiera que deberemos tener más energia para escalarla, pero podemos encontrar alguna esquinita por ahí, donde caminando hacia adelante, podremos entrar en un bucle para evitar caernos, mientras recuperamos energía y poder seguir subiendo. O como otro ejemplo, alguna plataforma que requiera cierta construcción para llegar a ella, pero podemos también acceder si caemos desde el cielo y nos movemos un poco hasta llegar a ella.
Esta vez los templos son más elaborados. Una de las quejas con Breath of the Wild era que los templos no eran tan complejos y que no había algo que ocupará el vacío que dejaba la ausencia de los clásicos calabozos. Podríamos decir que las quejas fueron escuchadas y ahora cada templo será más grande, y con un progreso mucho más épico. Además, antes de llegar a cada templo, nos espera una cadena de misiones con muchos retos, que hacen que cada aventura, ya sea con los Orni Goron, Zora o Gerudo, sea memorable.
Además contaremos con la participación del Sabio ligado a la historia de cada templo, y luego de completarlo y terminar la historia de la misión, podremos invocar su habilidad lo que será de mucha utilidad en nuestra aventura, y también podría recomendarnos cierta orden en superar los templos. Como por ejemplo, a Riju podremos pedirle que aletee cada cierto tiempo y con eso creará una corriente de aire que nos propulsará; o Yunobo que se abalanzará contra las rocas con una feroz embestida.
Nuevamente encontraremos semillas de kolog ocultas en todo el mapa. Habrá un total de 1000 y su utilidad principal será hacer crecer las alforjas de armas, escudos y flechas. Aunque como en Breath of the Wild, no será necesario encontrarlas todas, ya que con unas 200, ya habremos ampliado más que suficiente nuestras alforjas. Esta vez también recibiremos semillas de Kolog si juntamos a uno de estos seres con su amigo, que generalmente se ubica no tan lejos. Si cumplimos con este tipo de petición recibiremos 2 semillas kologs, por cada grupo de 2 amigos que juntemos.
Algo que nos ha llamado la atención es que a diferencia de los anteriores títulos de la saga, ahora casi ya ni encontramos rupias regadas en el mundo. Y peor aún, parece que la "pandemia del 2020" trajo inflación a Hyrule, porque todo estará muy caro, y si quieres vender algún ingrediente de tu alforjas, recibiremos apenas unas monedas, siendo lo que tiene más valor, los diamantes y otras piedras preciosas. Con esto, el juego de cierta manera te obliga a vender tus materiales, en vez de almacenar cientos de cosas en tus bolsos. Así que si bien, no hay muchas rupias sueltas por ahí, si hay muchos materiales que uno u otro vendedor, querrá comprártelos.
Como mencionamos, contaremos aparte del gran Hyrule, con dos mapas más, el del cielo y el del subsuelo. Ninguno de estos dos es tan grande como Hyrule. En primer lugar el cielo constará de pequeñas islas voladoras repartidas por todo el mapa, con alguna que otra excepción donde se juntan grandes pedazos de islas. El mapa subsuelo es como una versión pequeña de Hyrule de la que se podrá acceder por distintos agujeros en el mapa. El objetivo principal acá es localizar unas semillas gigantescas que al ser activadas iluminarán distintos fragmentos del subsuelo, el detalle es que hasta que no las activemos, la zona que recorreremos estará a oscuras, por lo que tendremos que valernos de semillas luminosas u otros objetos que nos hagan ver el camino.
Tears of the Kingdom es gigante, encontraremos diversos minibosses, gigantes dragones que necesitarás para ciertos ingredientes, entre otros secretos que alberga su mundo, que luego de más de 60 horas de juego, seguro quedan bastantes por descubrir. Lo interesante es que a pesar de su gran mundo y de sus curiosas mecánicas con físicas, el juego esté tan pulido, que va a ser difícil encontrarte con algún bug en tu juego. Todo está construido y encajado en su preciso lugar. Realmente se nota que el juego estaba listo en el 2022, y que los desarrolladores se han pasado todo un año puliéndolo.
Gráficamente tenemos el mismo motor gráfico de Breath of the Wild, además el mapa de Hyrule es el mismo, con los debidos cambios que amerita el paso del tiempo. Además de ciertas optimizaciones, mejoras en texturas y en detalles puntuales. El juego está muy bien optimizado tanto para portátil como en TV, pero creemos que de la segunda forma, jugando a cierta distancia, se puede tener la mejor experiencia visual.
Respecto al sonido, al igual que Breath of the Wild, la música de fondo es sutil por momentos, y se intensifica en momentos de acción. Generalmente es casi imperceptible en el mundo abierto, con el motivo de que nos concentremos en lo que nos rodea, ofreciéndonos un sonido ambiental simple, pero muy inmersivo. Por otro lado contamos con doblaje de voces en varios idiomas, incluyendo español latinoamerica, tal como Breath of the Wild.
Conclusión
The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ha superado inmensamente nuestras expectativas y se puede decir desde ya que es el juego del año, incluso mejor que su predecesor, Breath of the Wild.
Aunque recicla gran parte del sistema de juego y el motor gráfico, el título logra ofrecer una experiencia fresca y novedosa gracias a los nuevos mapas del cielo y el subsuelo, así como las habilidades del guantelete y los artilugios zonnan. Estos elementos cambian completamente las reglas del juego, brindando una aventura adictiva y desafiante.
Además, el juego mantiene la esencia de un mundo abierto donde la libertad de exploración es primordial, y ahora cada templo ofrece desafíos más elaborados, acompañados además, de una interesante secuencia de misiones previas. La posibilidad de encontrar diferentes soluciones para los obstáculos y la presencia de secretos y coleccionables, como las semillas de kolog, añaden una gran cantidad de contenido y hacen que las posibilidades de juego sean casi infinitas.
Lo bueno
- Aunque toma mucho de Breath of the Wild, tiene muchos distintivos para ser una experiencia totalmente nueva.
- La jugabilidad. Las posibilidades que ofrece el guantelete y la cantidad de creaciones que se pueden hacer.
- Todo en el mapa está por algo y es partícipe del juego, los árboles, las rocas, las plantas.
- El recorrido de los templos y los desafíos dentro de ellos, son toda una experiencia memorable.
- Nuevos santuarios con puzzles completamente nuevos, gracias a las nuevas mecánicas con el guantelete.
Lo malo
- Aunque todo sea perfecto. Podemos decir que extrañamos un poco los The Legend of Zelda de estilo clásico.
NOTA
100/100
Análisis hecho con un código para Switch brindado por Nintendo Latam*
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