El 17 de setiembre llegó, por fin a PC, Final Fantasy XVI, luego de más de un año de exclusividad total en PlayStation 5. Aparte de la edición base, también se lanza una edición completa que incluye la expansión del juego, la cual consta de 2 DLC, que ya se encuentran disponibles. Nosotros ya lo jugamos y te contamos nuestra opinión
En el universo de Valisthea se desarrolla esta entrega de Final Fantasy. Los habitantes de este mundo disfrutan de una vida placentera gracias a las majestuosas montañas de cristal, conocidas como Madrecristales. Seis facciones poderosas gobiernan este vasto territorio: el Gran Ducado de Rosaria, el Sagrado Imperio de Sanbreque, el Reino de Waloed, la República Dhalmekian, el Reino de Hierro y el Dominio Cristalino. En el centro de la trama se encuentran los Eikons, criaturas monstruosas que son invocadas, controladas o manifestadas a través de individuos conocidos como Dominantes.
Clive Rosfield es nuestro protagonista, el hijo primogénito del Archiduque de Rosaria y hermano mayor del pequeño Joshua. Aunque Clive debía ser el heredero del Eikon del Fénix, su hermano de diez años terminó asumiendo ese papel, lo que llevó a Anabella Rosfield, madre de ambos, a mostrar una clara preferencia por Joshua. Un día, Anabella conspira con el Sagrado Imperio de Sanbreque, orquestando un ataque contra su propia familia y reino, con la condición de que ella y Joshua sean salvados y mantengan una posición privilegiada en este imperio capital. Este suceso culmina en la muerte del padre de Clive y Joshua, el Archiduque de Rosaria. Sin embargo, las cosas no salen como se esperaban: Joshua se transforma en su Eikon, el Fénix, mientras que Clive, sorprendentemente, se convierte en el Dominante de Ifrit, transformándose en él. El Fénix e Ifrit luchan ferozmente entre sí, sin que la conciencia humana de ambos tenga control en esta pelea, lo que finalmente resulta en la aparente muerte del Fénix. Dado que los planes de Anabella para Joshua se ven frustrados, decide secuestrar a su otro hijo para que desempeñe un papel militar en Sanbreque.
Trece años después, Clive decide escapar de su destino de esclavitud en busca del Fénix, sin saber que Ifrit es en realidad él mismo, y con la esperanza de que su hermano aún esté vivo en algún lugar de Valisthea. A lo largo de su viaje, no solo se dará cuenta de que es el Dominante de Ifrit, sino que también podrá absorber los poderes de otros Dominantes.
Estamos ante un Action RPG donde solo podremos controlar al protagonista, en este caso Clive, mientras que nuestros compañeros se moverán de manera automática. Si bien Final Fantasy XV y VII Remake ya eran juegos de este género, la décima sexta entrega nos sorprende con una jugabilidad mucho más ágil, variada y adictiva. Sin embargo, esto no se siente desde el principio. Al inicio, la jugabilidad es bastante sencilla, pero cada vez que absorbamos un Eikon, tendremos nuevos movimientos a nuestra disposición, lo que eventualmente nos brindará un gameplay rico, diverso y estratégico.
Podemos encontrar similitudes entre el gameplay de Final Fantasy XVI y Forspoken (aunque muchos no estén listos para esta comparación). En Forspoken, cada vez que derrotabas a una Tanta, absorbías su poder, lo que te permitía intercambiar entre varios estilos de combate. En Final Fantasy XVI, funciona de manera similar. Podemos absorber los poderes de otros Eikons, y cada uno se convertirá en un conjunto de habilidades junto con su magia elemental. Durante las batallas, podremos equipar hasta tres conjuntos de Eikons y cambiar entre ellos en pleno combate, lo que hace que la acción sea más fluida y frenética. Mientras se cargan las habilidades de un Eikon, podemos seguir utilizando las de los otros dos.
Los enemigos contarán con una barra de defensa que, al caer a la mitad o agotarse, los llevará a un estado de vulnerabilidad. En este momento, nuestros ataques causarán un porcentaje mayor de daño, lo que nos dará la oportunidad de atacar con todo.
En momentos clave, Clive se transformará en Ifrit, desatando intensas batallas contra ciertos jefes. Aunque la jugabilidad en este modo es más sencilla y cada acción es más lenta, esto nos obliga a elegir nuestros ataques de manera estratégica. Muchas veces, las batallas entre Eikons terminan con una cinemática que incluye secuencias de botones, aunque a un ritmo algo más lento de lo que nos gustaría.
También contaremos con una semitransformación en la que tomaremos la fuerza de Ifrit, pero seguiremos siendo Clive. Esta transformación se activa cuando tenemos disponibles nuestras barras de límite. Podemos acumular hasta cuatro barras de límite, y la duración de la transformación dependerá de cuántas barras consumamos. Con ella, disfrutaremos de los movimientos ágiles de Clive, potenciados por la fuerza de Ifrit.
A lo largo del juego, nos acompañarán diversos aliados, muchos de los cuales también son Dominantes. Por ejemplo, Cid poseerá los poderes eléctricos de Lamu y Jill será la Dominante de Shiva, dotada de habilidades de hielo. Además, Torgal, nuestro compañero canino, podrá realizar ataques de apoyo manualmente, como mordidas o embestidas, e incluso curarnos algunos puntos de salud. Si preferimos automatizar sus ataques, podremos equiparle un accesorio que le hará actuar de manera automática.
En cuanto al sistema de farmeo, volvemos al esquema tradicional de recolección de experiencia y subida de nivel. Esta vez, no será necesario visitar una posada para utilizar nuestra experiencia. Cada nivel que subamos aumentará un poco todas nuestras estadísticas. Además, contaremos con un árbol de habilidades que crecerá conforme absorbamos Eikons; los puntos de habilidad se obtendrán poco a poco en batalla, independientemente de los puntos de experiencia.
Respecto a los equipables, podremos cambiar de arma en tiendas y mejorar nuestras herramientas en el herrero. También encontraremos diversos tipos de accesorios que mejorarán ciertas estadísticas o potenciarán las habilidades de algún Eikon específico.
Lo único negativo es que todo este proceso de desarrollo y farmeo se limita únicamente a Clive, lo que hace que los demás personajes de nuestro equipo sean mucho más secundarios que en otras entregas de Final Fantasy. En general, hemos sentido que los personajes que nos acompañan en nuestra aventura son menos memorables en comparación con anteriores entregas. Finalmente, los villanos y algunos miembros de los Rosfield resultan ser los personajes más interesantes de esta historia.
En cuanto al mundo, Final Fantasy XVI no es un juego de mundo abierto, pero tampoco es estrictamente lineal. Si seguimos solo las misiones principales, tendremos un recorrido lineal, pero en cualquier momento podemos desviarnos y explorar otras partes del mapa, ya sea para realizar misiones secundarias, cazar monstruos buscados, y más. El mapa se divide en zonas, que pueden ser pequeñas o más abiertas y explorables. Cabe destacar que, al no tener cientos de kilómetros explorables, se logra un nivel de detalle superior en cada escenario visitable.
Final Fantasy XVI es un título extenso, con una duración promedio de 40 horas, en las que la carga narrativa siempre está presente. En nuestro camino, tendremos que destruir los cristales madre, y el trayecto está lleno de acción y batallas. Sin embargo, entre cada cristal, habrá momentos de calma en los que realizaremos misiones principales que parecen secundarias. Aunque estas pueden servir como descanso, rompen el ritmo del juego y podrían considerarse como relleno para alargar la duración.
En esta ocasión, se optó por una narrativa más cruda, especialmente por lo explícitamente sanguinarios que pueden ser algunos eventos, un estilo reminiscentemente similar a la popular serie Juego de Tronos. Incluso podría parecer que la archiduquesa es una mezcla entre Cersei Lannister y Lisa Tully, o que el sobrino de la comerciante se asemeja a Hodor, mientras que Dion Lesage parece inspirado en el Caballero de las Flores, Sir Loras.
El juego ofrece dos modos de dificultad: uno más enfocado en la historia y otro más orientado a la acción, que se podría considerar como modo fácil y difícil. Una vez finalizado el juego, podremos acceder al modo Final Fantasy, que presenta una dificultad más clásica. Si eres un jugador habitual de consolas, te recomendamos comenzar en el modo acción, ya que no resulta complicado. La dificultad generalmente es baja, y mientras estemos atentos a rellenar nuestra salud con pociones y esquivar algunos ataques, podremos vencer a la mayoría de los jefes en el primer intento.
Los enfrentamientos con jefes son memorables y a menudo constan de varias fases. Las batallas pueden incluir algún que otro quick time event o culminar en un duelo de Eikons, aunque no existe un patrón específico para derrotar a los jefes; simplemente debemos atacar con todo, esquivar y alejarnos cuando el enemigo utilice su ataque especial.
En cuanto al DLC Echoes of The Fallen (disponible comprando la edicón completa), este se accede dentro del juego base. No es una precuela, ni narra acciones posteriores, ni está basado en el punto de vista de otro personaje, básicamente sigue la historia de Clive, Jill y Joshua, antes de los eventos finales del juego base.
En el preludio a la épica batalla final de Final Fantasy XVI, esta nueva aventura toma forma con la misteriosa circulación de cristales oscuros en el mercado negro. Los jugadores serán guiados a través de intrigantes investigaciones junto a Clive y sus amigos, quienes se toparán con un enigmático grupo de comerciantes. Este encuentro los llevará a una torre Caída, abandonada desde hace mucho tiempo y reconocida como el Sagespire. En este lugar olvidado, desentrañarán los oscuros secretos que aguardan en su interior.
Este contenido adicional es lineal. Si bien no hay una marca o un gps que nos vaya diciendo hacia donde ir después de llegar a la torre, generalmente siempre habrá un camino fijo hacia donde ir. Está claro que después de una pelea podríamos perder un poco la orientación, pero por suerte, la puerta por la que debemos seguir siempre estará marcada con una luz azul. Como si quien estuviera arriba de la torre nos estuviera guiando hacia donde ir.
El DLC "The Rising Tide" de Final Fantasy XVI expande la historia principal al introducir una nueva región llamada Misidia y centrarse en la amenaza del Eikon Leviatán. La trama sigue a Clive y su grupo mientras investigan la repentina aparición de Leviatán, que amenaza con destruir un pueblo en Mysidia. La historia presenta a nuevos personajes, como Shula, una guerrera de Misidia, y explora los conflictos y secretos de esta región hasta entonces desconocida.
Se abren nuevos 5 puntos en el mapa que iremos descubriendo poco a poco. Esta región de Misidia, a primer contacto luce como un sitio de mundo abierto, lleno de vegetación, luz y cerca a la orilla del mar. Pero si abrimos el mapa, nos daremos cuenta que seguimos con el esquema pasillero del juego original, y si bien hay rutas que divergen en distintos caminos, no estamos ni cerca de estar frente a un mundo abierto.
En esta nueva región no solo tendremos que enfrentarnos con el Leviatán, sino que un gran número de grandes jefes nos estarán esperando. Además una nueva clase de enemigos comunes, aunque ya conocidos desde las entregas clásicas de la saga, los Tomberi. Los cuales incluso tendrán versiones como subjefes como los Maestros Tomberi, o como jefes principales a Rey Tomberi, con en el cual podremos enfrentarnos en una misión secundaria postgame.
En cuanto a bugs, en PS5 al incio, el juego hacía que la consola se recalentase. Luego esto se arregló en actualizaciones. La versión de PC no está libre de problemas. Nosotros jugandolo con una RTX 4070 Ti, hemos tenido que reiniciar el juego constantemente ya que este se crasheaba, incluso llego a ser molesto al inicio, porque habia un parte donde esto ocurría constantemente. Afortunadamente este error disminuyó conforme avanzamos el juego. No creemos que sea algo que le pase a todo el mundo, pero hemos revisado en foros y el problema parecía ser más común de lo que imaginamos.
Al ser un título diseñado para PlayStation 5, aprovecha al máximo las características del DualSense, utilizando los gatillos adaptativos y la vibración háptica de manera simultánea. En la versión de PS5 también se utilizan los altavoces del mando para algunos efectos de sonido, pero al ser detectados como simples bocinas por la PC, será difícil disfrutar de esta función acá.
Gráficamente, como mencionamos, ahora podemos jugar a 4K con 60 FPS y más. Además contamos con muchas tecnologías disponibles de reescalado tanto como de código abierto o exclusivas para NVIDIA (DLSS 3). Por lo que con una 4070 Ti e incluso menos, podrás jugar mucho mejor que en un PlayStation 5.
Conclusión:
Si tienes una PC potente, esta será la versión definitiva para disfrutar Final Fantasy XVI. Y si no tenías un PS5, ahora por fin, podrás disfrutar de este excelente título. Una experiencia de juego robusta y emocionante, con una narrativa oscura que recuerda a series como Juego de Tronos, sumado a un sistema de combate dinámico que evoluciona y se vuelve más complejo y adictivo, conforme absorbemos los poderes de los Eikons.
Si bien en su lanzamiento el juego no estaba libre de crashes, creemos que ya los problemas han estado desapareciendo con el paso de los días. Por otro lado, ojo que los DLC's no vienen incluídos, sino tendrás que adquirirlos por separado o también tendrás la opción de adquirir la versión completa.
NOTA
95/100
Análisis hecho con un código de PC brindado por Square Enix*
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