Jaime Chanaga, Field CISO en Fortinet para Latinoamérica y el Caribe nos cuenta de ls soluciones de ciberseguridad que deberían priorizar las empresas este año
El panorama de ciberamenazas está en constante evolución, y se prevé que el año 2023 traerá consigo tácticas de intrusión nuevas y antiguas. Los CIOs y CISOs se enfrentan a importantes desafíos mientras trabajan para manejar iniciativas críticas para la operación de un negocio, como asegurar los dispositivos de trabajo remoto, permitir la aceleración digital, mantenerse al día con los ciber riesgos en aumento y apoyar las metas de sustentabilidad. Esto se hace aún más difícil debido a la escasez de talentos capacitados en seguridad cibernética a nivel mundial.
Jaime Chanagá, Field CISO para Fortinet para Latinoamérica y el Caribe, comparte su perspectiva sobre el panorama actual de la ciberseguridad y proporciona mejores prácticas para que los CISOs y CIOs fortalezcan sus estrategias no solo para este año, sino también más allá. Según Chanagá, las preocupaciones de los clientes en cuanto a la ciberseguridad se resumen en tres áreas: resiliencia del negocio, madurez y capacidad de ciberseguridad, y retos en cuanto a la adquisición, entrenamiento y retención de talento en ciberseguridad.
La situación actual de la ciberseguridad también es una preocupación para los clientes, ya que temen el aumento en el número de ciberataques y la naturaleza cambiante de las amenazas en el contexto de la transformación digital. Durante la pandemia, las organizaciones se vieron obligadas a transformar sus negocios de manera radical, lo que ha llevado a un aumento en los riesgos de seguridad cibernética. Los expertos están de acuerdo en que los riesgos de ciberseguridad están en aumento, y se recomienda que las organizaciones adopten nuevas tecnologías como la inteligencia artificial para defenderse de los ciberataques cada vez más sofisticados.
En 2023, es esencial que las organizaciones inviertan en soluciones avanzadas de detección para fortalecer su plan de ciberseguridad. En 2022, muchas empresas experimentaron un aumento en los riesgos cibernéticos debido a la convergencia de redes de IT y OT. Por esta razón, invertir en tecnologías como la detección y respuesta de redes (NDR) puede ayudar a las organizaciones a detectar rápidamente anomalías, analizar amenazas emergentes en tiempo real y automatizar las respuestas para mitigar los ciberataques. Aquellas empresas que mejoran su agilidad cibernética pueden defender mejor sus ambientes de TI y la organización frente a amenazas existentes y emergentes.
Otra recomendación importante es considerar la implementación de Security Access and Service Edge (SASE) para modernizar la tecnología de acceso remoto. Muchas compañías dependen actualmente de VPNs para proporcionar acceso remoto y algunas utilizan proxies como Secure Service Edge (SSE). Sin embargo, el uso de soluciones mixtas aumenta la complejidad y los problemas de rendimiento en las redes, lo que reduce la eficacia en la respuesta y remediación de ataques. Un enfoque mejor sería adoptar una plataforma consolidada que combina SSE, Zero Trust Network Access (ZTNA) y Cloud Access Security Broker (CASB) para garantizar un control de puntos de acceso de nivel. Con este acercamiento, se garantizará una visibilidad de punta a punta para proporcionar una respuesta rápida en caso de un incidente de seguridad.
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