Análisis: Anger Foot

 ¿Cuánto crees que podría mejorar el mundo si todos decidiéramos resolver nuestros problemas a punta de patadas?



Escribe: Valliant

Como una atrevida tesis de demostración, llega "Anger Foot", una joyita de Free Lives Studio que mezcla un videojuego de disparos con mucha acción rápida y, por supuesto, patadas a montón.  "Anger Foot" ha sido publicado por Devolver Digital, los responsables de otras emblemáticas entregas como Cult Of The Lamb y Hotline Miami. Lanzado exclusivamente para PC, ha recibido calificaciones muy positivas, lo que significa que patear cosas sigue siendo tan satisfactorio como siempre.



TAN FUERTE COMO LA CHANCLETA DE MI MADRE (HISTORIA)

Nos meteremos en los zapatos (o más bien, en los pies) de Anger Foot: un personaje que pareciera relajado por fuera, pero que tiene un muy mal genio por dentro, y que nunca encuentra nada que no quiera resolver a patadones. ¡Ni las puertas se salvan! Porque, seamos sinceros, usar las manos es muy del 2000.

Anger Foot está emocionado porque va a completar su colección de zapatillas: una exposición digna de estar en un museo. Para su desgracia, todo se derrumba cuando la Banda de la Violencia (una pandilla de criminales con mucho tiempo libre) decide robar su preciada colección.

Enfurecido, Anger Foot decide recuperar lo que es suyo. Para lograrlo, deberá atravesar los barrios más peligrosos de Shit City, lugar en donde vive. Siempre repartiendo patadas a diestra y siniestra, claro está.

Y no se llama Shit City solo porque suene edgy, sino porque realmente es el peor lugar para vivir. Imagina una ciudad gobernada por cuatro pandillas, cada una más peculiar que la otra: la Banda de la Violencia, la Banda Contaminante, la Banda de los Negocios y la Banda del Libertinaje. Y, como si eso no fuera suficiente, en la cima de esta pirámide criminal se encuentra el Ministro del Crimen, un villano tan emblemático como temido.




¿DISPARAR O PATEAR? ESA ES LA CUESTIÓN (GAMEPLAY PRINCIPAL)

"Anger Foot" redefine lo que entendemos por shooter, porque aquí las armas de fuego son secundarias. Este juego está cimentado sobre el noble arte de asestar patadas.

Comienzas descalzo, porque nada tiene más estilo que unas patadas clásicas, pero pronto conseguirás hasta 24 tipos de calzado diferente. Cada par te dará habilidades especiales como munición extra con cada enemigo golpeado, inflar cabezas para facilitar los headshots e incluso modificar la gravedad porque… ¿por qué no?

Tu aventura te llevará a través de 65 niveles, distribuidos en los barrios más pintorescos (léase peligrosos) de Shit City. Cada barrio tiene su propia pandilla, y cada pandilla su propio encanto. El objetivo es simple: llegar del punto A al punto B. Nada de desvíos ni pasajes secretos, solo un camino lleno de enemigos que no parecen entender que hoy no es su día.





"Anger Foot" no es largo, pero eso es parte del encanto. El juego fomenta la repetición y la rejugabilidad. Puedes completar cada nivel para conseguir una estrella, o superar retos específicos para ganar hasta dos estrellas adicionales. Con cada 5 estrellas podrás canjear un nuevo par de zapatillas con habilidades frescas.

En este juego casi todos los enemigos caen de un solo impacto, y tú también. No hay puntos de control, y aunque no hay un reloj que te esté presionando, el juego te recompensa por ser un velocista profesional. En promedio, cada nivel puede tomar poco más de un minuto en completarse de forma básica.




USARÉ ARMAS DE FUEGO… PERO ME OFENDEN (UN POCO MÁS DE GAMEPLAY)

Hasta este punto es posible que pienses que en este juego no existen armas de fuego. ¡Sorpresa! SÍ LAS HAY. Y aunque su uso es casi secundario, son tan variadas y gratificantes que casi te hacen preguntarte por qué seguir usando las piernas.

Estas armas no se compran ni se almacenan en un inventario personal, eso sería demasiado fácil (¿no es así, Half Life?). En su lugar, las robas directamente de los enemigos. El arsenal es enorme: desde pistolas, metralletas y lanzagranadas; hasta lanzallamas, gatlings y ballestas. Cada una con sus propias características al momento de apuntar, disparar y usar su munición.

Estas armas no están pensadas para conservarse durante todo el juego. De hecho, da igual cómo termines un nivel, en el siguiente estarás con las manos vacías. Cuando agotas la munición de un arma, la única opción que te queda es lanzarla a la cabeza de un enemigo e intentar robar una nueva.

Este sistema de gestión de armamento no solo agrega una capa de dificultad y variedad al gameplay (porque, Dios no quiera, te acostumbres siempre a un solo tipo de disparo), sino que también te permite crear situaciones hilarantes y divertidas si las combinas con las habilidades de tus zapatillas.

Porque sí, aunque parezca muy extraño, hay una relación casi simbiótica entre las armas de fuego y tus zapatillas. Por ejemplo, hay un par de sandalias que te dan la habilidad de "convertir" todos los disparos en escopeta. Si combinas esto con un lanzallamas, ya no lanzarás una llamarada, sino que dispararás perdigones incendiarios por todo el lugar. ¿Realista y con sentido? No, para nada. ¿Gratificante y divertido? Uf.. demasiado.




UNA IA TAN INTELIGENTE COMO UNA PALOMA (DIFICULTAD)

En "Anger Foot" no solo se premian las patadas, sino que son tan increíblemente satisfactorias que realmente quieres usarlas. Los personajes tienen expresiones faciales tan ridículas que realmente te dan ganas de molerlos a golpes. Todo es pateable, desde los enemigos hasta el entorno, con físicas exageradas por todas partes y puertas destructibles. Lo más curioso es que hasta la IA es pateable.

De inmediato resalta lo fácil que es lograr que los enemigos se alineen como patitos en fila, en una esquina donde apenas te ven, para que puedas derribarlos a todos de una sola. No solo eso, sino que su hitbox es tan detallado que un disparo en la uña del pie los mata. Parece que los personajes no solo son tontos: ¡Son MUY tontos! Pero ¿sabes quién se siente más tonto cuando muere? ¡TÚ! Porque no podrás creer que una pandilla de matones de este tipo te hayan hecho perder.





EXPLOSIÓN SENSORIAL (ESTÉTICA)

Debo admitir que, a primera vista, el apartado gráfico me dejó sin palabras. No por sus gráficos impresionantes y realistas, sino por todo lo contrario. No, no me malinterpretes, el juego no se ve mal, se ve EXACTAMENTE como quiere que lo veas.

Todo se ve absurdamente ridículo, todo parece contaminado, todo es “pateable”. Desde el uso de personajes con rasgos y extremidades exageradas, hasta colores vibrantes y ultra saturados durante toda tu travesía. Todo está hecho a medida para mostrarte a Shit City como realmente lo es: una ciudad que vale tanto como un excremento de ardilla.

La estética cartoon del juego también ayuda a que no pierdas ni un mísero FPS mientras la pantalla se llena de los cadáveres de tus enemigos (cosa que pasa muy a menudo, créeme). 

Por otro lado, tenemos a la música… ¡AY, LA MÚSICA! Una melodía de hard techno frenético, ultra punchi, que suena desde el primer segundo y no te deja hasta que cierras el juego. Esta única melodía te acompañará durante TODO el tiempo y aunque al principio marca muy bien el ritmo del gameplay, luego de un rato ya quieres arrancarte los oídos.

El juego intenta inundar todos tus sentidos. Todo está recargado. Puede que un jugador novato no le siga muy bien el ritmo debido a la saturación sensorial: música alta y repetitiva, colores chillones, demasiados detalles, demasiados personajes, demasiados sonidos y demasiada velocidad. Todo al mismo tiempo. Un verdadero banquete para los sentidos... si tu idea de un “banquete” es atragantarte con todo a la vez.




¿SE PUEDE SEGUIR PATEANDO? (REJUGABILIDAD)

No podría decir que “Anger Foot” es un juego de una sola vida, pero, seamos sinceros, tampoco es que haya mucho más que puedas hacer luego de completarlo. No tenemos un “new game +” y podemos ver los dos finales simplemente repitiendo el último nivel.

Pueden haber dos motivos para retomar el juego. Primero: la necesidad de completarlo al cien por ciento, cumpliendo todos los retos impuestos y así desbloquear todos los pares de zapatillas ocultos. Y segundo: por puro placer, porque, seamos honestos, a veces solo queremos sentarnos a patear cosas.

Este es un juego casual e ideal para desestresarse. Tan simple como eso. Porque, ¿quién necesita una trama profunda o un desarrollo de personajes cuando puedes simplemente patear tu camino hacia la gloria?




Conclusión: 

“Anger Foot” es perfecto para esos días en los que solo quieres relajarte. No esperes una trama muy complicada o un progreso de personaje emblemático. Con una estética ridículamente saturada y música hard techno que podría hacerte desear la sordera, este shooter redefine el género: las armas de fuego son para débiles, aquí las patadas reinan.

Con 65 niveles llenos de enemigos que caen a golpe de pata, el juego te desafía a destruir todo lo que se cruce en tu camino mientras recolectas zapatillas con habilidades especiales. La IA es tan inteligente como una paloma y la rejugabilidad se reduce a desbloquear zapatos nuevos o desestresarse pateando cosas.Es un juego veloz y frenético que premia que tomes decisiones rápidas y atrevidas.

 "Anger Foot" es el banquete sensorial más exagerado y sarcástico que podrías jugar, perfecto para esos días en los que solo quieres repartir patadas a diestro y siniestro.



Lo bueno: 

Rápido y adictivo.

El gameplay es extremadamente gratificante.

Retos muy desafiantes.


Lo malo: 

Puede cansar muy rápido.

Poca rejugabilidad.

Duración general muy corta.


NOTA
85/100

Análisis hecho con un código de PC brindado por Devolver Digital*

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