Análisis: Pacific Drive

 Ya jugamos Pacific Drive y te contamos nuestra opinión



Existe un lugar en el mundo en donde la materia ha perdido su capacidad de permanecer unida. Este lugar se llama “Zona de Exclusión Olímpica” y aunque ha estado en cuarentena por más de 40 años y ha sido rodeado por enormes muros de concreto para que nadie -ni nada- entre (o salga) de ahí, se han venido reportando misteriosos sucesos cercanos.

Esta es la premisa de Pacific Drive, un videojuego que combina supervivencia, farmeo y conducción, envuelto con un velo de suspenso y ciencia ficción, en donde deberás escapar del lugar más inestable que te puedas imaginar.

Pacific Drive es la ópera prima de Iron Wood Studios y está siendo publicado para Play Station 5 y PC.




NUNCA ANTES HABÍAS AMADO TANTO A UN AUTO

Pacific Drive nos sitúa en “Zona de Exclusión Olímpica” (“La Zona”, para los amigos): un lugar en donde, antaño, se realizaron numerosos experimentos gubernamentales ultrasecretos que se salieron de control y que convirtieron a este bello lugar en una área altamente radiactiva e inhabitable.

No se sabe a ciencia cierta la naturaleza de los experimentos que se llevaron a cabo, pero como resultado de su letalidad, se generaron unas entidades muy extrañas llamadas “anomalías”, que no son seres vivos per se, pero que existen y no dudarán en ponerse en tu contra si te acercas mucho.

No todo es malo, sin embargo. Existen otro tipo de entes llamados “vestigios”, los mismos que tienen la capacidad de adoptar casi cualquier forma: así como puede ser una piedra o un trozo de papel, también puede ser un balde o un árbol.

Es justamente uno de estos vestigios, que tiene forma de auto, el que va forjando una relación muy estrecha contigo (o con tu personaje). Básicamente, se van haciendo más y más inseparables con cada segundo que pasa. Proteger a tu vestigio es casi tan importante como protegerte a ti mismo, pues él actúa como tu escudo ante todas las adversidades de tu aventura. Además, es capaz de llevarte siempre a un lugar seguro después de haber caído inconsciente, aunque eso le cueste quedarse sin motor y como un simple montículo de chatarra.

Tu objetivo es salir de este lugar. Escapar de una sola pieza. Para lograrlo, cómo no, deberás adentrarte en lo más profundo del misterio y descubrir los secretos que oculta “La Zona”.




TENSIÓN CONSTANTE EN LAS INCURSIONES

A pesar de no haber NPC o monstruos que te quieren matar, debo decirte que el gameplay de Pacific Drive es uno de los más intensos que he podido probar.

El juego se divide en incursiones y se trata de aguantar el mayor tiempo posible en ellas.Todo inicia en un taller de reparación de autos, que está ubicado en el extremo sureste de La Zona. Este lugar es 100 % seguro y sirve como tu propia base y punto de control. Aquí rápidamente aprendes a darle mantenimiento a tu auto y prepararlo antes de cada salida.

La Zona es un lugar peligroso, con decenas de kilómetros de extensión. Exploradores anteriores nos han dejado un mapa que marca los sitios más importantes (o segmentos) que están desperdigados por toda el lugar. También conoceremos que La Zona cuenta con tres áreas, divididas todas por muros de contención: la exterior, la media y la central. Más peligrosas mientras más profundas están.

Nuestras primeras incursiones serán siempre por el área exterior. Más sencillas que las otras, sí, pero igual de letales. En cada incursión deberemos marcar siempre un objetivo, ya sea por una misión principal o por simple exploración. El cómo lleguemos a ese lugar, dependerá de nosotros, pues la idea reside en atravesar por los diversos segmentos en un solo viaje de ida.



A pesar de no tener monstruos o enemigos como tal, las incursiones se hacen tensas debido a la gran inestabilidad del lugar. Intempestivamente, tormentas de radiación pueden caer sobre ti o un conjunto de anomalías pueden aparecer en cualquier lugar.

Aunque el objetivo primordial reside en ir de un punto A a un punto B, entre los segmentos, siempre encontrarás motivos para desviarte del camino. El farmeo de recursos es uno de ellos y es vital para tu supervivencia.

Durante tus viajes no podrás evitar chocarte, pinchazos de llanta, puertas gastadas y motores reventados. Todo tu auto es susceptible de malograrse. Sin contar las anomalías que, en su mayoría, buscarán dañarte a ti y a tu auto como sea. Es por eso que entre cada viaje, ya en tu taller, debes hacer una revisión de daños y reparar (o reemplazar) todo lo posible.

Estos arreglos utilizan recursos como chatarra, cables, vidrio, gomas y mil materiales más; los mismos que se encuentran en los diversos lugares abandonados de los segmentos.




El farmeo, sin embargo, no puede ser permanente. Lindo sería ir y poder explorar cada centímetro de este lugar en busca de un mejor loot: hay una tormenta de radiación que se acerca a cada segundo y que inunda todo el lugar. El tiempo que le toma a esta tormenta invadirlo todo puede variar muchísimo. A veces será en un par de minutos y otros, más de diez. Esta tormenta de radiación no te va a matar como tal, pero sí te va a debilitar mientras más tiempo permanezcas en ella. Lo mejor siempre será retirarte lo antes posible.

Una vez que hayas llegado a tu objetivo principal en una incursión, o simplemente hayas llenado todo tu equipaje de loot muy valioso, solo queda escapar de regreso al taller. Hacerlo es tan sencillo como marcar un punto en el mapa: ahí se creará una enorme columna de luz naranja que brillará hasta el cielo. Si atraviesas esa columna, habrás terminado una incursión sano y salvo. El problema es que junto con la apertura del portal, todo en La Zona se vuelve crítico: las anomalías aparecen por doquier y se vuelven más agresivas, el velo de radiación cae más rápido sobre ti, las condiciones atmosféricas se intensifican produciendo lluvias que no dejan ver nada, la oscuridad se hace más intensa y, lo peor de todo, una tormenta roja de inestabilidad va directamente hacia donde abriste el portal.

Los regresos, entonces, se convierten en una carrera contra reloj contra esta tormenta de inestabilidad. Es, por así decirlo, el jefe final de cada incursión. Es importante mencionar que, si no estuviste en un lugar estratégico o no planeaste bien tu recorrido final al abrir el portal, es muy posible que esta tormenta letal te alcance. No solamente porque tu auto podría sufrir mil y un desperfectos durante el regreso, sino porque la misma geografía del lugar puede jugar en tu contra: me ha pasado haberme quedado atorado entre los árboles o una montaña tan empinada que el auto no podría subir.

Sobrevivir a una incursión significó siempre, para mí, un respiro muy hondo de alivio. Son, realmente, muy tensas y extenuantes las huidas finales. No hay nada más gratificante que regresar al taller con todo el farmeo grandioso que conseguiste en una incursión, diametralmente opuesto cuando la tormenta de inestabilidad te alcanza, quedando inconsciente y perdiendo todo lo que pudiste haber encontrado…

¿Qué sigue ahora? Reparar tu auto y prepararte para tu próxima incursión.



TODO SE GASTA, TODO SE MEJORA

Además de tu auto, contarás con otras herramientas que te ayudarán a recolectar más y mejores recursos: desde una chatarrera que convierte en trizas todo lo que toca, pasando por un martillo de presión que usa potencia hidráulica para asestar golpes recios y contundentes, hasta una aspiradora para absorber todo lo que se encuentra desperdigado en el suelo.

Todas estas herramientas, luego de un número determinado de usos, se malogran y quedan inutilizables, haciendo necesario su reemplazo.Tanto en el taller, como en tu mismo auto, tienes una mesa de construcción que te permite, gracias a los materiales que hayas podido recuperar de las incursiones, crear más y mejores herramientas.

Los planos para construir estas herramientas se obtienen desde una computadora de control que está en el taller. Esta computadora usa “Anclajes de estabilidad”, quizás el recurso más importante en este juego y que se consigue ÚNICAMENTE en las incursiones más arriesgadas.




Progresivamente, lo que se busca es no solamente mejorar tus herramientas de farmeo, sino también mejorarte a ti mismo, haciéndote más resistente a las condiciones climatológicas y radiactivas de La Zona; mejorar tu taller, implementando tecnologías cada vez más avanzadas que te permitirán hasta reparar tu coche automáticamente y, al mismo tiempo, mejorar a tu inseparable auto dotándolo de carrocerías y llantas cada vez más duras.

Pronto te darás cuenta que en este juego todo se gasta y todo debe ser reemplazado; pero todo bien mientras ocurra en tu propio taller, porque quedarte sin llantas o que tu motor se reviente en plena tormenta radiactiva, es algo que no querrás experimentar.

Otro cantar diferente se da cuando te quedas sin batería o gasolina y es que sí, estos recursos también deben considerarse. Incursiones más largas requerirán un mayor desgaste. Puedes ir preparado desde el taller, llevando galones de gasolina bien cargados y guardados en el maletero o puedes llevar baterías de reemplazo. Si aún no tienes estas tecnologías, también podrás extraer gasolina de otros autos abandonados durante las incursiones o en los escasos grifos que hay en el lugar. Demás decir que quedarte sin estos recursos cuando el peligro abunda es, simplemente, fatal.





LAS ANOMALÍAS

Podemos llamar “anomalías” a diversos cuerpos extraños que habitan en La Zona. No hablamos de seres vivos como tal, sino de un conjunto de fuerzas entremezcladas que esbozan atisbos de vida y conciencia.

Una de las primeras anomalías que conocemos son los “Abductores”: una especie de máquina voladora que patrulla grandes áreas y que utiliza un imán potente para intentar desviarte de la carretera y estamparte contra superficies sólidas.

Otra anomalía, llamada “Turista”, por ejemplo, está representada por un maniquí de pruebas de colisiones, siempre en posiciones de temor y súplica. Estas anomalías generalmente están en grupos y, aunque permanecen totalmente estáticas, explotarán si las tocas.

No todas las anomalías son corpóreas. Hay algunas más abstractas como la llamada “Pista de aterrizaje”, que no es más que una especie de velo fantasmagórico que abarca zonas muy amplias en medio de la carretera y que si cruzas a través de ella, hace que tu auto vuele por los aires.

No existen “armas” precisamente para enfrentarte a estas anomalías, por lo que la mejor opción siempre será esquivarlas. Durante tu travesía en las incursiones, podrás aprender más sobre el origen de estas anomalías y cómo enfrentarlas eficientemente. Hay algunas benevolentes y que podrás usar en tu beneficio inclusive.





ESTÉTICA E INTERFAZ

Llevo una relación de amor odio con la estética de este juego. En primer lugar, resaltar que la ambientación retrofuturista es hermosa. No hablamos de gráficos hiperrealistas, sino de gráficos en 3D que utilizan la técnica del cellshading. A veces, los paisajes parecen pintados con acuarela. Se ven muy lindos desde las diversas perspectivas y qué decir cuando encuentras miradores hacia zonas más bajas. Todo decorado por una sensación de caos latente debido a ciertas anomalías espaciales que encontrarás en los cielos, como escombros flotando o portales dimensionales.

Las condiciones atmosféricas, además, están muy bien logradas. No solamente en sonido y gráficas, sino en la percepción general. Se siente sobre los hombros cuando estamos cruzando una tormenta, con el auto levantándose ligeramente por los fuertes vientos, así como también las gotas de lluvia que inundan nuestro parabrisas impidiendo nuestra visibilidad.

Los sonidos ambientales, las luces volumétricas y los efectos atmosféricos: todo está hecho con mimo y detalle. Es toda una experiencia estar dentro de una tormenta por lo bien lograda que se siente la experiencia… claro, aunque eso puede costarte la vida dentro del juego. .Por otro lado, dado que el juego está ambientado en los setenta, vamos a interactuar con un sinfín de interfaces gráficas computacionales para activar diversos sistemas.

Estas interfaces, aunque muy llamativas y vistosas, precisamente por lo precaria de su UI, utilizan una tipografía que, creería yo, es la culpable de mis pesadillas: una que se asemeja a la que vemos en una calculadora antigua, que ocupa mucho espacio en pantalla para ser legible, ocasionando que las instrucciones de lo que tienes que hacer a veces no sean claras, se excedan de escuetas y pases mucho tiempo dando vueltas en un mismo lugar sin entender por qué o qué hacer ahí para proceder. Acostumbrarte a esto te va a tomar algo de tiempo y, en algunos casos, a ciertos reinicios.

Agarrarle el ritmo al juego puede ser frustrante en los primeros minutos, pues sientes que hay demasiada información para asimilar y muy poco tiempo para leerla, pues sumado a todo esto, estamos ante un juego que no tiene traducción de voces al español, por lo que hay que leer los subtítulos al mismo tiempo que entendemos lo que ocurre en pantalla. Toda una locura.

Luego de pasar esas partes iniciales, créeme, el juego solo despega y se deja disfrutar entero dentro de su caos.Una de las partes más resaltantes aquí es la banda sonora: canciones que beben del indie rock experimental y que suenan a través de un filtro de radio antigua, que acompaña de forma muy sublime nuestras travesías. Hay, cómo no, un modo streaming que reemplaza estas canciones por otras sin licencia propia para que hagas transmisiones sin miedo a bananeo.

Hay cerca de 20 canciones licenciadas de muchos artistas que, al menos yo, no conocía. Todas estas canciones expelen un aire de incertidumbre y visores de esperanza en el futuro. Algunas narran historias de soledad y otras, de tiempos mejores. Sí, todo maravilloso, de verdad.

Además de las canciones, podremos escuchar fragmentos de podcasts que interfieren en nuestra emisora radial. Estos podcasts (que son ficitios, en realidad) narran varias situaciones misteriosas que ocurrieron no solamente en el contexto del juego, sino también en el mundo real. Es aquí, especialmente, cuando se extraña no tener los diálogos en español, pues es muy difícil detenerte a leer los subtítulos cuando tienes 20 anomalías detrás de ti.



¿HAY ANOMALÍAS EN MI PS5?

Un detalle que me sacó de onda es que el juego presenta caída de cuadros. No siempre, pero sí cuando hay muchos efectos, modelados o anomalías en pantalla. Siendo justos, tampoco es que el juego se paralice completamente e impida una correcta jugabilidad, pero sí preocupa que un título, supuestamente optimizado para PS5, tenga este problema.

Recuerdo que cuando jugué la demo en PC, esta se sobrecalentaba a niveles que no había visto nunca. Imaginé que pudo haber sido mala refrigeración, pero luego de probar títulos mucho más exigentes como el pasado Alan Wake II, empecé a pensar en una posible mala optimización.

Esto se suma a que el juego, a veces, presenta objetos fuera de lugar. Hay, por ejemplo, una habilidad que te permite teletransportar tu auto cuando este se queda atorado en algún lugar. Una vez que utilicé el teletransporte y el auto se materializó, este salió volando por los aires a una velocidad de jet y cayó a más de 2 kilómetros de distancia. No te imaginas el tiempo que me demoré en llegar a pie hasta encontrarlo. Destruído, obviamente.




CONCLUSIÓN

Pacific Drive es un un videojuego que mezcla supervivencia, conducción y farmeo por partes iguales. Dependes tanto de tu auto como él de ti. Cada “misión” es una incursión en la Zona de Exclusión Olímpica con solo un ticket de ida. La regresada, te la inventarás porque no siempre es posible, a menos que abras un portal dimensional que invadirá el escenario con las peores calamidades que puedas imaginar.

“La Zona” es un lugar plagado tanto de misterios, como de peligros. Según registros, a pesar de estar casi cuarenta años en cuarentena, hay evidencias que indican que está logrando romper los muros que la contienen. Las partidas tratan de incursiones a La Zona. Aunque cada una tiene un “punto final” y puede pasarse rápidamente, siempre encontrarás motivos para desviarte: el farmeo y obtención de recursos es vital no solamente para reparar tu auto, sino para mejorar sus habilidades, tecnología y robustez.

El juego tiene una estética en 3D con un acabado del tipo cell shading. Los escenarios son hermosos y llenos de vida (y anomalías). La banda sonora es más que precisa y será tu única compañía durante tus largas jornadas de exploración. El “contra” más problemático que noto es que si no sabes inglés, harás un doble esfuerzo para leer los subtítulos al mismo tiempo que intentas sobrevivir a una tormenta.

Hay algunos detalles menores como baja de cuadros y objetos fuera de lugar, pero nada que no se pueda corregir con un parche futuro. Pacific Drive es un videojuego que tarda un poco en arrancar, pero una vez que lo hace, no hay forma de que lo puedas soltar hasta completarlo.


Lo bueno: 

Muchos misterios. Historia corta, pero desarrollo interesante.

Mucha tensión en momentos pico.

Rejugabilidad garantizada, siempre en pro de descubrir algo nuevo.

Una banda sonora sublime.

Ambientación muy bien lograda.

Hay “hacks” permitidos que se pueden activar a discreción, pero desactivan los logros.


Lo malo

Un inicio confuso.

No hay voces en español.

Un mapeo de botones mejorable.

Caída de cuadros.


NOTA

80/100

Análisis hecho con un código de PS5 brindado por Theogames*

Publicar un comentario

 
Copyright © No Soy Gamer. Gracias a OddThemes | Blogger