Análisis: La Isla de la Armadura - Pokémon Espada & Escudo

El post game que merecimos tener desde un inicio llega como parte de una expansión. Nosotros ya la jugamos y te contamos nuestra opinión


El pasado 17 de junio se puso a disponibilidad la primera parte del pase de temporada de  Pokémon Espada y Escudo. La Isla de la Armadura promete varias horas de aventura y justifica un regreso al título, y acá, te contamos los motivos. 

Para empezar esta expansión, es necesario que hayamos terminado la historia principal del juego e ir a la estación de tren. Ahí se nos regalará un pase para Isla armadura y nos invitarán a visitarla. Esta isla estará repleta de Pokémon de generaciones anteriores que no podemos conseguir en el juego base, además de una pequeña historia extra digna de un postgame de Pokémon tradicional, donde después de la Liga había mucho por hacer y nuevos misterios para descifrar. 



La historia de La Isla de la Armadura gira en torno a Kubfu, un pequeño Pokémon tipo peleador que deberemos entrenar. A través de una serie de misiones,  nuestra meta será hacerlo evolucionar a cualquiera de sus dos transformaciones, y posteriormente, buscar la manera para transformarlo en su forma Gigamax. 

Estamos ante una expansión que nos puede ofrecer como mínimo 10 horas de duración, pero con material suficiente como hacernos volver al título por al menos un total de 20 horas. Lo malo es que el juego se apoya en un recurso secundario para expandir su tiempo de duración, pues en cierta parte, para seguir avanzando en el juego deberemos subir a Kubfu al nivel 70.  Para llegar rápidamente a este nivel, les recomendamos hacer incursiones con un Pokémon en nivel alto con buenos stats, así ganaremos objetos para aumentar la experiencia a Kubfu, quien es nuestro objetivo de entrenamiento. 



Por suerte este contenido adicional, no se limita a esta pequeña historia, pues habrá mucho que hacer en esta gran isla, que tiene el acierto de no volverse un trozo de tierra dividido en rutas, sino que opta por ser un pequeño mundo abierto conectado por diversas zonas con variados ecosistemas.

En esta nueva zona tenemos varios objetivos opcionales, probablemente el más interesante sea conseguir los 150 Diglets de Alola repartidos por la isla. Diglets enterrados en el suelo de los que solo veremos pequeña parte de su cabeza y sus tres mechones de pelo, por lo que será todo un reto encontrarlos a todos. Cada vez que le lleves cierta cantidad a quien te los pide, te recompensará con un Pokémon de Alola. 

Por otro lado, tenemos diversas misiones como llenar el Dojo de servicios Pokémon, encontrar las ramas Galanuex para evolucionar al Slowpoke de Galar o recolectar la gran cantidad de Pokémon que podrás atrapar en esta isla.




Otra de las grandes novedades es que se introduce un nuevo objeto, el cual nos permite transformar a su forma Gigamax a cualquier Pokémon que no tenga este don natural en su genética, siempre y cuando esta especie tenga disponible su evolución Gigamax. 

Finalmente, los Pokémon salvajes que encontremos en esta isla tendrán todos el nivel 60, salvo pequeñas excepciones. Así que te recomendamos tener en tu equipo algún Pokémon entre nivel 65 a 75 para poder tener el control ante las critaturas salvajes, pero sin ser lo suficientemente fuerte como para vencer a cualquiera de ellas con un solo golpe.

¿Vale la pena la Isla de la Armadura?

Si eres comprador frecuente de las entregas principales de Pokémon es una compra necesaria. Si adquiriste el juego y te quedó corto, adquirir esta expansión también sería una buena idea. De igual manera la segunda parte de esta expansión está en camino, prometiendo ser el plato fuerte por la gran cantidad de legendarios que tendrá. 

La Isla de la Armadura es una buena excusa para volver al juego, llenar más nuestras Pokedex y subir a nivel 100 unos cuantos Pokémon más. Sin embargo, algo que extrañamos bastante fueron los entrenadores Pokémon, las batallas Pokémon con otro entrenador son contadas y todas parte de la historia. Lamentablemente, no encontraremos entrenadores dispersos por la isla.


La conectividad vuelve a ser su punto débil

Si bien cuando jugamos el título por primera vez, cerca a su fecha de lanzamiento, nos dimos cuenta que el matchmaking para las incursiones era malísimo, con el tiempo sentimos que mejoraron las cosas. Ahora que volvimos al título, notamos que lograr un matchmaking es más estresante que nunca, obligándonos siempre a realizar las incursiones con personajes controlados por la IA y con Pokémon mediocres (o para el peor de los casos con un Magikarp en el grupo).

Por otro lado, si jugamos conectados a Internet. Estaremos plagados de jugadores fantasma que aparecen y desaparecen por el mapa o que aparecen de la nada al costado nuestro como un espectro que nos acecha. Lamentablemente esta explicación hubiera sido mucho menos vergonzosa, pero no, simplemente es otra gente conectada al mismo tiempo que nosotros, que se demora en cargar en el mapa. 



Conclusión: 

La Isla de la Armadura es el postgame que merecimos tener incluido en el juego desde un inicio. Una expansión que valdrá la pena para cualquier seguidor de la saga y que nos hará pasarm al menosm una decena de horas más de diversión. De hecho, sumado a Las Nieves de la Corona que saldrá a fin de año, podemos afirmar que los 30 dólares extra que debemos desembolsar. Valen la pena.

Lo mejor: 

-  Gran cantidad de Pokémon salvajes no obtenibles en el juego base. 
- Nuevos Gigamax y la posibilidad de Gigamizar a Pokémon que no nacieron con esa habilidad.
- Que la isla opte por ser un pequeño mundo abierto con diversos ecosistemas

Lo peor: 

- El matchmaking en las incursiones es de lo peor
- Extrañamos a los entrenadores regados por el mapa.
- La duración de su historia se apoya en el entrenamiento de Kubfu a nivel 70, por lo que alarga tramposamente su duración.

NOTA

78






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