Análisis: Detroit Become Human

El pasado 25 de mayo salió a la venta Detroit Become Human, el proyecto más ambicioso de Quantic Dream hasta la fecha y exclusivo de PlayStation 4. Acá te contamos nuestras impresiones.


Detroit Become Human nos transporta a un mundo futurista donde androides con apariencia humana son adquiridos por personas o compañías para realizar las comunes actividades de empleado. El abuso y la injusticia harán que sentimientos ocultos despierten en estos androides y lo lleven a la divergencia, un estado en el que no acatarán órdenes y actuarán solo por propia convicción.

El juego nos pondrá en la piel de 3 personajes: Markus, quien trabaja cuidando a un hombre mayor; Kara, una androide que trabaja en una casa haciendo las labores del hogar; y finalmente, Connor, quien se desempeña como detective en busca de androides divergentes. Ellos tendrán un camino de evolución marcado que terminará cruzándose (en un 90% de probabilidades) en la última parte de esta historia.

En el desarrollo de estos caminos veremos a Markus, que quedará solo debido a un conflicto y se unirá a un grupo de androides para planear una revolución; Kara, que escapará con la hija de su amo y buscará desesperadamente un lugar donde ella y la niña puedan estar seguras; finalmente, un Connor que tendrá que decidir si seguir acatando órdenes y cazar divergentes o actuar por sus propias convicciones. Estos son los conflictos que se irán desarrollando en nuestros personajes y que mediante nuestras decisiones podremos ayudar a elegirles hacia donde ir.

Sorpresivamente, la jugabilidad llega a ser muy emocionante.



Como saben, estamos ante un juego estilo película interactiva, donde aunque por momentos podemos mover a nuestros personajes, también tendremos que apretar botones en determinados momentos de la cinemática para ejercer una acción o elegir una respuesta.

Este método bandera de Quantic Dream y que también es usado en las sagas de Telltale Games, puede ser amado por muchos, pero odiado por otros. Estos últimos justifican su rechazo a la poca interacción que tienen hacía el juego,  pero tal vez ellos deberían ser los primeros que deberían darle una oportunidad a este título.

Queremos dejar claro que Detroit Become Human no es Heavy Rain, ni Beyond two Souls, sino que es mucho más. Aunque en estos títulos antes mencionados está presente la injusticia que nos ayuda a ponernos en los pies de los personajes, Detroit es el único que nos da un gran abanico de elecciones que van más allá de elegir si "mueres o vives al final" o " si te quedas con una pareja o con la otra".


Detroit Become Human está lleno de posibilidades, que no solo nos llevan a finales diferentes, sino también a desarrollos diferentes. Por ejemplo, Connor podrá elegir si convertirse en divergente o seguir obedeciendo a los humanos; Markus podrá elegir si llevar su marcha de manera pacífica o de manera violenta; y Kara tendrá que decidir si hacer cosas incorrectas o no con tal de defender a Alice.

Obviamente, cada camino de desarrollo tiene matices: salvar a alguien, incluso, puede significar salvar la vida de tu personaje más adelante, intentar hacer lo más conveniente no siempre va a ser lo mejor o desaprovechar las oportunidades de salvarte por ser políticamente correcto también pueden jugarte en contra.

Esto es lo interesante y lo que hace único al título. Pasarte el juego una sola vez no te hará descubrir ni el 30% del contenido que Detroit tiene para ofrecerte.  Aunque te darás cuenta tú mismo, porque probablemente, la primera vez que te lo pases (obviamente sin guías) tendrás el sentimiento constante de que la estás jodiendo reiteradas veces, viendo morir a los personajes y sintiendo como la situación se vuelve cada vez más hostil. Si te está pasando eso, felicidades, eres humano.

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No obstante, el climax del juego llega en los tres últimos capítulos, pues cualquier decisión acá puede ser drástica y definitiva. En estos capítulos, si es que intentamos jugarlos de diferente manera, encontraremos decenas de formas para que las cosas salgan mal y para que nuestros personajes mueran (en especial por el lado de Kara). Y si eso pasa, descuida, no seas tan duro contigo, porque lo más probable es que en tu primera aventura algo tenga que salir mal.

La tensión se apoderará de nosotros en estos últimos capítulos, pues cualquier paso en falso o cualquier decisión incorrecta, puede significar un final trágico. Acá no se trata de ser políticamente correcto o no, sino de haber construido un camino de sucesos que finalmente terminen beneficiándote. Desde un inicio debes tener en cuenta tus acciones, pues si todo va mal, será muy probable que hagas lo que hagas en estos 3 últimos capítulos, no te salven de un final trágico.

Si tienes suerte y llegas con tus 3 personajes vivos y con sus historias correctas al último capítulo , serás bienvenido al mejor  y más largo episodio de Detroit Become Human. Un capítulo que te tendrá con el corazón en la mano y que contiene más emoción y adrenalina que muchísimos juegos de acción.

Por otro lado, hacer todo muy mal, exageradamente mal, también tiene sus beneficios, pues si Markus no llega vivo para la revolución y haces que Connor muera y regrese en otro cuerpo cada vez que pueda, además de llevar una relación hostil con su compañero Hank, podrás ver uno de los finales más locos e inéditos del juego.

Y es que esto es algo de lo más sorprendente del título, las decisiones no solamente afectan a los finales del juego, sino a su desarrollo. Además, las decisiones en el camino de Kara, Markus o Connor pueden llegar a afectar sus caminos entre si, lo que nos regala gran cantidad de maneras de jugar el título, todas con diferentes resultados.



Un juego con harto contenido social

La base de Detroit Become Human es la revolución de los androides en su búsqueda por tener los mismos derechos que los humanos. Muchos aspectos del desarrollo de esta trama nos hará poner en mente temas de discriminación racial, machismo y homofobia, pues estaremos representando a una minoría maltratada que busca igualdad.

Detroit Become Human nos hace reflexionar en lo emocionalmente puros y humanos que pueden llegar a ser los androides y en lo mal o enferma que puede llegar a ser la mente de los humanos, con sus excepciones obviamente, pues también veremos a personas que desearán ayudar desinteresadamente a los androides.


Apartado técnico impecable

Aunque gráficamente el título se ve impecable, debemos recordar que los escenarios no son interactivos, los personajes no podrán moverse con gran libertad y que ellos solo tendrán momentos de acción en las cinemáticas. Por eso debemos tener en cuenta que superioridad gráfica no es nada de otro mundo, aunque sí muy cuidada y con un diseño de arte detallista casi milimétrico.

Las actuaciones gestuales de los personajes con actores reales y las voces son apartados muy bien cuidados. Las voces y gestos llegan a ser el complemento perfecto para transmitir esa emoción que el juego busca dar.



Conclusión:

Estamos ante un juego que significa un antes y después para el género. Un título que te dará más adrenalina que muchos juegos de acción, te compenetrará con la injusticia que sufren los personajes y logrará que te angusties y alegres por ellos. Detroit Become Human no está hecho para jugar una sola vez, sino para descubrir la cantidad de caminos que nos puede ofrecer. Un título que todo poseedor de un PS4 debería darse el tiempo de probar.

Lo mejor: 

- Abanico de posibilidades
- Muy tenso en sus últimos capítulos
- Los personajes
- Los caminos de los personajes
- Un referente para el género y para Quantic Dream
- De alguna forma pone a prueba tu moral

Lo peor:

- Cuando quieras desbloquear otros caminos en el juego, el flujo de los capítulos está conectado entre sí, obligándote a rejugar episodios innesarios. Por ejemplo, si quieres cambiar algo en el capítulo 3 para que afecte algo del 6, debes jugar el 4 y 5 aunque no necesites cambiar nada de ellos, pues tiene que armarse un caminito de continuidad azul entre el 3 y el 6.

Nota: 91

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