Jugamos el segundo DLC de la expansión de Final Fantasy XVI y esta es nuestra conclusión
Rising Tide es un DLC que se accede dentro del juego base y como Echoes of Fallen se sitúa, justo antes del final del juego. Para poder acceder a este DLC, como su antecesor, vamos a tener que cumplir la misión secundaria Mi Tesoro y haber desbloqueado el destino final del juego "El Origen"-
El DLC "The Rising Tide" de Final Fantasy XVI expande la historia principal al introducir una nueva región llamada Misidia y centrarse en la amenaza del Eikon Leviatán. La trama sigue a Clive y su grupo mientras investigan la repentina aparición de Leviatán, que amenaza con destruir un pueblo en Mysidia. La historia presenta a nuevos personajes, como Shula, una guerrera de Misidia, y explora los conflictos y secretos de esta región hasta entonces desconocida.
Se abren nuevos 5 puntos en el mapa que iremos descubriendo poco a poco. Esta región de Misidia, a primer contacto luce como un sitio de mundo abierto, lleno de vegetación, luz y cerca a la orilla del mar. Pero si abrimos el mapa, nos daremos cuenta que seguimos con el esquema pasillero del juego original, y si bien hay rutas que divergen en distintos caminos, no estamos ni cerca de estar frente a un mundo abierto.
En esta nueva región no solo tendremos que enferntarnos con el Leviatán, sino que un gran número de grandes jefes nos estarán esperando. Además una nueva clase de enemigos comunes, aunque ya conocidos desde las entregas clásicas de la saga, los Tomberi. Los cuales incluso tendrán versiones como subjefes como los Maestros Tomberi, o como jefes principales a Rey Tomberi, con en el cual podremos enfrentarnos en una misión secundaria postgame.
En general, el contenido podría durar un poco más de 4 horas y un par más si vamos por el contenido secundario. Esto justifica que el rango de nivel máximo deje de ser 50 para pasar a ser 60. En nuestro caso para acabar este DLC, nos hemos demorado casi 10 horas, dado que tuvimos que farmear completando las misiones de caza que habiamos dejado sin hacer en el juego base. Para poder así, subir de nivel y aprender una que otra habilidad extra.
Ahora también, aprendemos el poder del agua, con lo cual en nuestro árbol de habilidades se abrirá una rama más, la de Leviatán. Este será un Eikon muy interesante de equipar Aunque no llega a ser tan interesante como Fenix, Bahamut y Odín. Nuestros Eikon equipados anteriormente.
Con Leviatán podremos aprender interesantes ataques como Diluvio, que es una rafaga rápida de agua; Olas Azotadoras, un poderoso ataque de dos olas que chocan; Tsunami, una ojala gigantesca que hace un daño físico considerable a los enemigos; Ruptura Abisal que abre un portal de aguas turbias para atacar a un enemigo; y finalmente el ataque principal Clamor Ofídico, que invoca un brazo de serpiente marina para poder atacar de manera momentánea al enemigo.
Las misiones secundarias de este DLC irán apareciendo poco a poco. Recomendamos hacerlas y no simplemente ir directo a lo principal, porque no solamente haremos más largo este contenido y farmearemos, sino que habilitaremos tiendas, herrería y otras zonas de interés en la nueva aldea que descubriremos en Misidia.
La recta hacia el jefe final es un toque pesada. No solamente larga, llena de enemigos, sino que con unos cuantos jefes en el camino. Como es de esperarse, esto desenlaza el enfrentamiento final contra Leviatan, cosa que Clive deberá hacer solo y convertido en Ifrit. Si no podemos con el último jefe y decidimos retirarnos, vamos a tener que volver a hacer todo ese tramo final, que puede durar hasta más de 1 hora. Así que hay que ir preparados.
Les advertimos porque el combate contra Leviatán es algo largo y tiene cierta dificultad. Sobre todo por la tercera parte del combate deberemos romper su escudo en cierto tiempo y si no lo logramos, invocará un tsunami que acabará con nostros. En esta parte del combate hay que usar las habilidades apenas podamos y aprendernos los combos de golpes físicos para poder generar más daño en el menor tiempo posible. Estar convertido en Ifrit no quita la posibilidad de hacer una estrategia equipando Eikons. Por lo que generalmente todo dependerá de atacar lo más fuerte posible y esquivar.
Es por eso que también recomendamos hacer misiones secundarias, dado que así podremos fabricar nuevos accesorios que equipados, recortan los tiempos de carga para Ifrit, al usar habilidades o aumentan el daño de estas.
Una vez terminemos el DLC se nos abrirán algunas misiones interesantes. Y si no hemos completado todas las cazas en el juego base, este incremento de nivel que nos ha dado el farmeo, podrá ser excusa suficiente para volver al juego base para completar ese contenido opcional que dejamos sin hacer.
Conclusión:
"Rising Tide", el segundo DLC de Final Fantasy XVI, expande el mundo del juego introduciento la región de Misidia y enfrentarndo a los jugadores contra el Eikon Leviatán. Aunque la apertura de esta nueva región sugiere un mundo abierto, el esquema pasillero persiste, aunque con múltiples rutas divergentes.
El contenido adicional ofrece alrededor de 4 horas de juego principal y algunas más para las misiones secundarias. Además amplia el rango de nivel máximo a 60. La adición de Leviatán como un poder Eikon equipable brinda más variedad al combate, aunque no alcanza el nivel de interés de otros Eikons previamente presentados.
La dificultad del enfrentamiento final contra Leviatán, especialmente en su tercera fase, requiere preparación estratégica y dominio de habilidades. Por lo que la realización de misiones secundarias es recomendada no solo para prolongar la experiencia, sino también para obtener mejoras y accesorios útiles en el camino de esta batalla.
Lo bueno
- Toda expansión de historia en FFXVI es bienvenida
- Nueva rama en el árbol de habilidades
- El contenido tiene una duración muy aceptable
- Incentivo para la exploración y las misiones secundarias
- Nivel ampliado al 60
Lo malo
- Longitud excesiva de la recta final. Si bien podemos guardar a mitad del camino, si nos retiramos de la batalla y queremos salir al mapa general, vamos a tener que perder este progreso.
NOTA
85/100
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