Análisis: Dragon Quest XI

Un mes tarde, pero igual te traemos el análisis de Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido.


El 4 de setiembre se puso a la venta, fuera de Japón, la entrega numero once de Dragon Quest. El título llega con algunos agregados a comparación de la versión nipona, como: inclusión de voces, botón para correr rápido, entre otras pequeñas adiciones. Nosotros ya lo jugamos y te contamos qué nos pareció.

El Dragon Quest que estábamos esperando

Han pasado 32 años desde que vio la luz el primer Dragon Quest, desde ese entonces la saga ha decidido llevar su camino de la manera más conservadora posible. A la fecha aún podemos apreciar gran parte de las mecánicas, enemigos y hasta sonidos intactos, aunque siempre pulidos y mejorados gracias al feedback y la tecnología.


Dragon Quest XI trasmite nostalgia y es conservador, pero también, como sus últimas entregas, ha ido eliminando todo aquello que desanimaba a un público más abierto a jugarla. Por ejemplo, si la comparamos con la entrega VII, sigue teniendo el mismo esquema de desarrollo de historia, pero ha eliminado el recadeo innecesario, ha mejorado el ritmo de la historia, y consecuencia de eso, también se han reducido las horas de juego. En otras palabras, Dragon Quest XI hace todo lo posible para llegar a todo tipo de público, sin perder su esencia ni causar el abandono de su público tradicional.

Dragon Quest XI puede rondar las 60 horas de juego y puede llegar hasta 100, si intentamos completarla en su totalidad. Aunque, claro, el título tiene un ritmo incluso mejor que Dragon Quest IX y VIII, por lo que el tiempo jugando se te irá volando y querrás volver a prender tu consola al día siguiente para continuar tu aventura


El juego nos pondrá en la piel de un chico que al cumplir 16 descubre que es un luminari, que sus familiares realmente no tienen ni un lazo con él y que tendrá que visitar al rey con el fin de reclamar su verdadera posición y saber la verdad sobresu origen.  Las cosas no saldrán tan bien como lo espera y tendrá que escapar de los ejércitos del reino para sobrevivir. Poco a poco empezarán a unirse más aliados, cada uno con una historia en particular, y así empezará una aventura mucho más grande de lo que él estaba esperando.

Una jugabilidad adaptada a los nuevos tiempos, pero sin dejar de ser clásica

En Dragon Quest XI podremos controlar a 8 personajes. Estos se irán uniendo a tu team mientras avanzas con la historia del juego. No todos llegarán cerca al arco inicial de la historia, pero antes de las 20 horas de juego, probablemente tengas a 7.  Un octavo personaje se unirá al juego mucho después, pero esto no ocurrirá hasta que el título esté muy avanzado.

El juego viene configurado por defecto para que no tengas que preocuparte por la elección en batalla de todos tus personajes, excepto del principal. Aunque esto podría servir en batallas random por el mapa, necesitaremos poner esta opción en manual y usar nuestra estrategia para ganar las batallas más difíciles.

Por otro lado, solo podrás usar 4 personajes en batalla y 3 quedarán de suplentes. Cuando los que están en batalla mueran, entrarán los otros a remplazarlos. Nuestros personajes podrán usar las clásicas magias y habilidades de siempre, pero a esto se le sumará un estado de trance donde se incrementarán las estadísticas de nuestro personaje por unos cuantos turnos. En ese estado también podrán hacer un ataque en conjunto, más fuerte que los comunes, pero que los devolverá a su estado habitual.


La progresión de niveles de personaje se mantiene y también los puntos de habilidades, aunque esta vez no nos enseñarán habilidades automáticamente según la arma que usemos, sino que podremos asignarlos a un panel donde podremos decidir que habilidad enseñarle primero y de qué tipo.

Las batallas siguen siendo por turnos, aunque podremos manejar la cámara y el libre movimiento de nuestro personaje por el área de batalla, mientras espera su turno. Eso le da un aspecto más fresco al combate y le suma el realismo que generalmente carece en las batallas por turnos.

Los cambios de armas equipadas en nuestros personajes serán identificables visualmente, pero respecto a armadura y accesorios, la mayoría no afecta en la apariencia de batalla del personaje. A esto se le agregan algunas excepciones, pues hay algunas armaduras especiales que cambian completamente la apariencia de nuestros personajes.

Por otro lado, también tendremos la opción de fabricar nuestras propias armas mediante una forja y una serie de recetas. Esta opción nos permitirá, con suerte, crear armas o armaduras más fuertes a las convencionales.


Respecto a los tipos de enemigos, casi en su totalidad se conserva de entregas anteriores. Solo que ahora con un aspecto HD renovado y divertidas animaciones que alegrarán al nostálgico que llevamos dentro nuestro. 


Gráficos y sonido sublimes

Aunque el juego no es puntero en tecnología, la dirección artística lo convierte en uno de los juegos más disfrutables visualmente de la generación. Cada animación esta detalladamente cuidada y con carisma propio, eso sumado al diseño de personajes by Akira Toriyama, lo terminan en convertir en una joya visual.

El sonido no queda atrás, pues aparte de la banda sonora memorable (aunque fuera de Japón solo llegue en Midi) tendremos esos mismos efectos de sonido de entregas anteriores, pero reconstruidos.  La adición de actuación de voces es uno de los puntos mejores logrados de la versión americana y europea, pues la versión original no contenía voces. 


Lo bueno nunca pasa de moda

Como lo hemos comentado más de una vez, Dragon Quest apuesta por ser conservadora en todo sentido. Esto también aplica en sus menús, calabozos y ciudades. Por ejemplo, en los pueblos seguiremos teniendo la misma posada de siempre para descansar y recuperar vida y magia; las iglesias para guardar, revivir o quitarnos algún tipo de maldición; los bancos para guardar dinero;  las tiendas de armas, armaduras y objetos; y el clásico casino estratégicamente ubicado en una de las más grandes ciudades. Como si esto fuera poco, todo conserva su mismo simbología y estructura, por lo que es imposible sentirse familiarizado desde el primer momento.



Conclusión:

Dragon Quest XI sigue siendo el monumental rpg de siempre y probablemente la mejor entrega de la saga. Un título que, con un nuevo aire de frescura, elimina todo lo que la distancia de un público más abierto, pero sin perder una gota de su esencia. Un juego necesario para los amantes rpg y sobretodo para los de la vieja escuela.

Lo mejor: 
- Se elimina recadeo innecesario de las misiones principales
- Detalles en la animación.
- Sigue siendo el clásico Dragon Quest en cada instante del juego.
- La inclusión de voces en ingles para la versión occidental, pese a que la versión original no tenía actuación de voces. 
- Aunque el juego pasa las 50 horas en su historia principal, siempre conserva un buen ritmo y nos motiva a seguir jugando

Lo peor: 
-  Nos hubiera gustado que todos los equipables sean visibles en la apariencia de nuestros personajes.
- Que habrá que esperar mínimo 4 años más para otro Dragon Quest.

Nota 100

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