Análisis: Shadow Labyrinth

 El metroidvania de Pac-Man que nació por un capítulo de una serie de Amazon



El 18 de julio, Bandai Namco lanzó Shadow Labyrinth para Switch, Switch 2, PS5, PC y Xbox Series. Un metroidvania con Pac-Man robótico como coprotagonista, que de alguna manera celebra el 45 Aniversario de Pac -Man. Nosotros ya lo jugamos y te contamos nuestra opinión.

Nos convertimos en el Espadachín Nº 8, aliado de Puck (la encarnación primigenia de Pac‑Man), con la misión de escapar de un planeta hostil y desentrañar una guerra galáctica. La narrativa se aleja del tono arcade clásico, siendo  más críptica y rebuscada, con muchos registros opcionales que profundizan en la historia mediante notas y diarios. Aunque probablemente todo este lore no sea tan profundo para algunos jugadores que prefieran concentrarse en lo que los metroidvania se especializan, en el gameplay  inmersivo.

Si hay un antecedente de este juego es el capítulo Circle de Secret Level en Prime Video, que presenta el concepto de Gaia y Puck, y es clara inspiración para la construcción del juego. 


Shadow Labyrinth se presenta como un metroidvania tradicional, aunque introduce elementos únicos como mecánicas de transformación y fases arcade inspiradas directamente en el universo de Pac-Man. A lo largo de la aventura, el jugador encarna al Espadachín Número 8, un personaje ágil, aunque inicialmente limitado, cuya evolución es el verdadero núcleo de la experiencia.

Desde el primer momento, el juego nos sitúa en un escenario semiabierto que iremos desbloqueando progresivamente a medida que adquirimos nuevas habilidades. Al inicio, el progreso es lineal y guiado, y luego nos sueltan a abrirnos a la exploración. No obstante, a nuestro parecer, la exploración no es muy intuitiva, y los escenarios a veces no tienen particularidades que los haga recordarlos fácilmente. Por lo que memorizar la exploración en una zona podría llevar un poco más de tiempo, que en un Metroid, por ejemplo. 

La exploración también puede sentirse densa. Ya que generalmente no recuperaremos vida al derrotar enemigos, ni tampoco encontraremos objetos que la repongan de manera común, por lo que si en el camino morimos, habrá que repetir el tramo. El problema es que hay pocos puntos de guardado, los cuales podemos no solo rellenar nuestra vida, sino cargar nuestras esferas de curación. Normalmente encontraremos más checkpoints que solo rellenarán nuestro HP, y en general, habrá que cuidar cada barrita, sino queremos volver a repetir un fragmento.



Una vez que se obtiene el gancho, el título gana más verticalidad y dinamismo, y con el desbloqueo de otras habilidades como el salto doble, el combate y la exploración alcanzan su mejor nivel. La estructura es típica del género: hay backtracking constante, atajos desbloqueables, secretos bien ocultos y enemigos que reaparecen al usar puntos de guardado, lo cual genera una sensación constante de peligro y necesidad de dominio técnico.

El combate cuerpo a cuerpo está centrado en el uso de una espada ligera que permite encadenar ataques rápidos y realizar esquivas con invulnerabilidad, similares a las de Hollow Knight o Dead Cells. Además, el juego incorpora un medidor llamado ESP, que se recarga al atacar y sirve para ejecutar habilidades especiales. Estas habilidades pueden ser ofensivas (como ataques en área) o defensivas (como escudos temporales), y son personalizables a través de un sistema de ranuras, lo que añade una capa de personalización táctica.

Aunque los controles son en general responsivos, pero los movimientos y ataques al inicio podrían parecer no tan precisos. Un detalle que me pareció curioso al inicio era que los enemigos al morir tardaban en desaparecer. Al inicio creí que se trataba de una decisión creativa que no quedó tan bien, pero la respuesta, llegaría a las horas de juego. La transformación de Gaia a Mecha y poder comerse a los enemigos derrotados antes que desaparezcan. 



Cuando tengamos energía completa, Gaia podrá transformará momentaneamente en un mecha de gran tamaño, que transforma la jugabilidad en algo más parecido a un hack & slash lento pero poderoso. Además nos servirá para abrir rutas bloqueadas y soportar daño.  Además podemos invocarlo momentáneamente para devorar enemigos y así conseguir objetos. 

Por otro lado, Puck, inspirado directamente en Pac-Man, tomará el protagonismo cuando encontremos reieles, donde también podrá atacar enemigos, saltar hasta otros rieles y hasta comer píldoras como el Pac-Man que siempre conocimos. Estas fases no solo son un homenaje nostálgico, sino también una forma creativa de romper el ritmo del juego.

El avance del personaje está ligado a un sistema de mejoras que combina exploración con recolección de recursos. Al derrotar enemigos o descubrir zonas secretas, se obtienen materiales que permiten fabricar equipo, mejorar habilidades o desbloquear perks. Estos perks se equipan en una especie de tablero con espacio limitado, lo que obliga a tomar decisiones estratégicas. ¿Prefieres potenciar el ataque a costa de defensa? ¿O reducir el tiempo de recarga del ESP sacrificando movilidad? Esta capa de microgestión recuerda a los amuletos de Hollow Knight o los núcleos de Dead Cells.




Los combates contra jefes son otro punto fuerte. Si bien con los primeros jefes funcionará echarse a atacar directo como si no hubiera mañana. Más adelante encontraremos otros diseñados para poner a prueba todo lo aprendido: patrones de ataque, uso de parries, esquivas y habilidades especiales. Muchos de estos enfrentamientos destacan tanto por su dificultad como por su espectacularidad visual. Aquí es donde la acción realmente brilla.

Los enemigos comunes, en cambio, pueden resultar algo genéricos, sobre todo en las primeras zonas. Sin embargo, a medida que se avanza, el bestiario se diversifica, incluyendo enemigos con escudos, ataques a distancia o movimientos impredecibles.

La historia principal se puede completar en poco más de 10 horas si el jugador se enfoca en avanzar directamente y evitar desvíos prolongados, además de tener buena habilidad. No obstante, el diseño de niveles, impulsa al jugador a regresar a zonas anteriores en busca de cofres ocultos, enemigos especiales o mejoras permanentes. En general, si somos completistas el juego podría durarnos tranquilamente unas 25 horas.



Jugamos Shadow Labyrinth en una Switch 2, pero inicialmente jugamos la versión para Switch 1, dado que la mejora Switch 2 Edition llegaba recién el día de lanzamiento. No obstante, ya la versión de Switch 1 se ve muy bien y es más que suficiente para disfrutar el juego, dado a su simpleza gráfica.  No obstante, una vez actualizamos, a la versión Switch 2, las texturas, resolución, framerate y hasta el sonido, dieron un salto importante. 

La música, entre ambiental y algunos temas de rock electrónico, se siente menos invasivas en el gameplay, pero toman más protagonismo en momentos cruciales como batallas contra jefes. Y aunque acompaña bien, tampoco es el soundtrack más memorable. Los efectos de sonido son consistentes y ayudan a transmitir la contundencia del combate. Los golpes de espada, las explosiones, los chillidos de los enemigos y los sonidos de las transformaciones están bien integrados, con una mezcla clara que evita saturaciones, incluso en momentos de mucha acción. En las partes tipo arcade, inspiradas en Pac-Man, se utilizan efectos retro y samples que evocan los clásicos arcades de los 80.




Conclusión: 

Shadow Labyrinth es un experimento interesante que cumple su objetivo: traer a Pac‑Man a un universo metroidvania con ideas frescas y cierto aire "souls".  Si bien no revoluciona el género, y tampoco ha construido el mundo más intuitivo, cumple con su función de metroidvania y no deja de ser una propuesta interesante y entretenida, con un precio reducido a su favor. 

 Shadow Labyrinth es una propuesta recomendable para fans del género metroidvania que buscan algo diferente sin alejarse demasiado de las convenciones. Es un título que va de menos a más, que se toma su tiempo en engancharte, pero que cuando lo logra, ofrece momentos intensos, combates exigentes y una experiencia que, sin ser inolvidable, sí resulta gratamente sorpresiva. 


Lo bueno: 


- Originalidad al fusionar Pac‑Man con un metroidvania oscuro 

- Sistema de transformaciones y mecánicas variadas

- Desafío bien ajustado; gratificante cuando dominas las mecánicas.

- Precio reducido 

- La actualización de Switch a Switch 2 es gratuita


Lo malo

- Le cuesta arrancar

- Escenarios no intuitivos y fáciles de olvidar 

- Los checkpoints a veces son estresantes



NOTA 
78/100

Análisis hecho con un código de Switch brindado por Bandai Namco*

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